domingo, 30 de enero de 2011

Un territorio demasiado ocupado

Frenar la urbanización dispersa, un nuevo objetivo
Esta ansia urbanizadora constata una falta de sensibilidad y un desconocimiento preocupante del funcionamiento de los sistemas de la tierra, tanto a escala local como global. El conocimiento de los sistemas naturales es una condición para desplegar una planificación territorial sensible a los aspectos ecológicos del desarrollo.


Los espacios naturales no son ni "jardines" ni "zoológicos"

Los sistemas naturales y agrícolas son un reservorio de recursos naturales porque tienen un enorme potencial como zonas de abastecimiento de alimentos, de agua, de aire limpio, de madera, de materiales geológicos y vegetales, de suelo,...Cuidando los sistemas naturales que nos abastecen es como estamos asegurando nuestro presente y nuestro futuro. Son, junto a la ciudad compacta, nuestro capital fijo más importante.

Cuando se crean reservas o se aíslan áreas naturales, por ejemplo, con la ejecución de un plan de carreteras como el actual, se pierden especies. La subsistencia de las zonas protegidas depende de la de zonas más extensas que actúan como una banda de tránsito. Todo ello nos hace reflexionar sobre la oportunidad de ejecutar el Plan de carreteras, y en concreto el Cuarto Cinturón, porque las zonas por donde pasa tienen hoy un papel fundamental de interrelación de espacios naturales, y actúan subsanando y reduciendo los impactos potenciales sobre las reservas naturales existentes.

La urbanización dispersa...

Ocupando las tierras llanas, las vías fértiles, las cuencas de los ríos, las áreas de urbanización dispersa se sitúan como si de un ajedrez se tratara: aquí una urbanización, allá unos bloques de viviendas colectivas a una cierta distancia del núcleo antiguo, más allá unas actividades industriales siguiendo los cursos de los ríos y las vías segregadas, a continuación un gran centro comercial con unas inmensas playas de aparcamiento de vehículos, etc. Esta es la visión que se puede percibir entrando a Barcelona a una distancia de 40 km. del centro en casi cualquier dirección.
Hacia un desarrollo sostenilbe:
Hoy sabemos que el planeta es vulnerable y que tiene limitadas posibilidades de regeneración. Es prioritaria una alianza de la ciencia, el desarrollo y la conservación del medio ambiente con el objetivo de hacer sostenible nuestra casa común, el planeta, y que las futuras generaciones también puedan disfrutar de él aprovechando inteligentemente los recursos.

A lo largo de los tres últimos siglos, el progreso a menudo ha ido asociado a la explotación de los recursos naturales. La naturaleza ha sido vista como un objeto al servicio de las necesidades del ser humano, a la que quería someter y dominar. La ciencia y la técnica han sido la gran herramienta que lo ha hecho posible. Pero a mediados del siglo XX se han constatado los límites de esta visión y, poco a poco, ha surgido la necesidad de un cambio de mentalidad. Los modelos de desarrollo de los países occidentales no pueden generalizarse sin amenazar la supervivencia de la biosfera. Hace falta un pacto que no bloquee el crecimiento de los países en vía de desarrollo y que, por otro lado, evite llegar a ser prisioneros de procesos incontrolables e irreversibles.
Hoy sigue siendo escandaloso que disponiendo de datos contrastados que indican la gran amenaza de supervivencia de la biosfera y de la calidad de vida de generaciones futuras, los gobiernos no tomen medidas valientes y actúen ignorando el problema o todavía planteando dudas. Urgen iniciativas que conduzcan a soluciones ecológicamente sanas, iniciativas como por ejemplo fomentar compromisos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentar normas restrictivas en materia de contaminación, fomentar controles de los fenómenos irreversibles de degradación del medio ambiente y recuperar los entornos ya degradados; favorecer, educando, la adopción de hábitos de consumo sostenibles y responsables

Aire Y Salud

Calidad del Aire en las Ciudades: Clave de Sostenibilidad Urbana

Es en las ciudades donde la contaminación del aire supone una amenaza aguda, acumulativa y crónica para la salud humana, la calidad de vida y el medio ambiente natural y construido. Ciertamente, la exposición a la contaminación del aire puede ser detonante o agravante de afecciones respiratorias, cardíacas y otras varias, que resultan especialmente dañinas para colectivos sensibles como las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, embarazadas, ancianos y niños. Y, a su vez, tiene repercusiones negativas sobre los ecosistemas, la agricultura y los materiales (como edificios y patrimonio cultural).

En cualquier caso, se puede asegurar que ante los perjuicios ocasionados por la contaminación atmosférica a la salud y al medio ambiente, la mejora de la calidad del aire es una necesidad crecientemente sentida por los ciudadanos que cada vez más exigen su derecho a respirar aire limpio.

La magnitud de los efectos de una mala calidad del aire es demasiado grande como para no abordar el problema en extensión y profundidad desde una perspectiva integral y limitarse a aplicar la legislación vigente en materia de contaminación atmosférica.

Pero también hay que exigir el cumplimiento estricto de la normativa y redoblar los esfuerzos para facilitar la información necesaria a fin de evaluar las repercusiones ambientales globales sobre la salud humana y el entorno urbano, incluyendo sistemas de aviso y alerta a la población, sensibilizando y formando a la ciudadanía, haciéndole consciente de las repercusiones de sus actuaciones, así como aumentar la capacidad de responder rápidamente y de forma coordinada a las diferentes amenazas, promoviendo medidas preventivas y actuando sobre los factores determinantes en todas las políticas y actividades relacionadas.

Si conseguimos avanzar en esta dirección, las generaciones futuras y nosotros mismos lo agradeceremos en muy poco tiempo.




El informe Empleo Verde en una Economía Sostenible nos permite conocer mejor los planteamientos de generación de empleo vinculados con las actividades ambientales, así como analizar las nuevas oportunidades que emergen para afrontar los retos del cambio global donde la crisis climática ocupa un lugar destacado. Los resultados que ofrece el estudio parecen optimistas. El empleo en el sector ambiental en España representa hoy un 2,62% de la población ocupada. En concreto,el 20,6% del total de los empleos verdes se concentra en el sector de las renovables, en el que se ocupan 109.368 puestos de trabajo, cifra que sólo es superada por el sector dedicado a la gestión y tratamiento de residuos, con 140.343 puestos de trabajo. Estas cifras se incrementarán en los próximos años con el marco normativo existente, que empuja hacia un nuevo modelo energético

jueves, 27 de enero de 2011

FOTOS DE LAS ZONAS QUE SUFREN DESERTIZACIÓN


 Sabana Áfricana,claro ejemplo de desertización en el mundo .
                                                   La India
  Europa

 Ámerica Latina
Mediterráneo Norte

la desertización en diferentes zonas del mundo

ÁFRICA

La desertificación tiene su mayor impacto en África. Dos tercios del continente son desiertos o tierras secas. Hay extensas tierras agrícolas secas y casi tres cuartas partes de éstas están ya degradadas. Por ello, el Anexo de Implementación Regional de la Convención para África es el más detallado y completo de los cuatro anexos regionales. 
 El impacto de la desertificación es máximo en África. Dos terceras partes de ese continente son desiertos o tierras secas. Hay una gran extensión de tierras agrícolas de secano, de las cuales casi las tres cuartas partes están ya degradadas en cierta medida. La región padece sequías frecuentes y acentuadas. Muchos países de África carecen de litoral, presentan amplias extensiones de pobreza, necesitan asistencia externa, y dependen en gran medida de los recursos naturales para subsistir.
La desertificación de África está estrechamente vinculada a la pobreza, a la migración y a la seguridad de los alimentos.


EUROPA

La degradación del suelo, la desertificación y la sequía afectan a muchas zonas del Centro y Este de Europa. El clima en gran parte de esta región (especialmente en Armenia, Azerbaiján, Bulgaria, Georgia, República de Moldavia, Rumania, Federación Rusa y Ucrania) está clasificado como subhúmedo seco. Algunas áreas, como es el caso de aquéllas que se extienden a lo largo de las costas del noreste del Mar Negro y del Mar Caspio, son incluso más secas y están clasificadas como semiáridas. El nivel de degradación del suelo es alto en gran parte de Europa central y oriental y muy alto en algunas zonas como es el caso de las que se extienden a lo largo del Adriático
En su intento por promover un desarrollo sostenible, los Gobiernos se enfrentan a numerosos desafíos.(uno de los cuales es la econoḿia,ya que no todos tienen la economia suficientes para las mejoras)

ASIA

De un total de 4.300 millones de hectáreas de terreno, 1.700 millones de hectáreas son tierras subhúmedas secas, semi-aridas y áridas que se extienden desde las costas del Mediterráneo hasta orillas del Pacífico. Entre las zonas degradadas se encuentran las dunas de arena de Siria, las empinadas y erosionadas laderas de las montañas de Nepal y las deforestadas y en exceso pastoreadas sierras de Laos.
un ejemplo que encontramos es:
China, uno de los principales países Partes afectados de Asia, ilustra la necesidad de que la lucha contra la degradación de las tierras secas sea un objetivo estratégico de largo alcance en su PAN. Según estimaciones, aproximadamente un 27 por ciento de las tierras de ese país están desertificadas

AMÉRICA LATINA

Aunque más conocida por sus pluviselvas, en realidad América Latina y el Caribe contienen una cuarta parte aproximadamente de las tierras desérticas y áridas.La pobreza y la presión sobre los recursos de tierra originan la degradación de muchas de esas áreas secas. 

MEDITERRÁNEO NORTE

La degradación del terreno en la región del Mediterráneo está asociada a las malas prácticas agrícolas. La tierra se frecuentemente saliniza, se seca y se vuelve estéril e improductiva como consecuencia de una combinación de circunstancias peligrosas de origen natural (sequías, inundaciones, incendios forestales...) y de actividades humanas, como es el caso del uso excesivo de las tierras en cultivos y pastoreo.La economía moderna está contribuyendo también al problema. Los fertilizantes y plaguicidas, los regadíos, la contaminación por metales pesados y la introducción de especies vegetales (invasivas) están deteriorando la salud de los suelos de la región a largo plazo.